
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental. En Cataluña cada día hay 5 muertes súbitas cardíacas. Se sabe que las posibilidades de sobrevivir a un paro cardíaco dependen de una rápida detección del problema, de una activación y respuesta precoz de los sistemas de emergencias, un inicio inmediato de las maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) y de una desfibrilación urgente. Todas estas acciones forman parte de los primeros eslabones de la llamada «cadena de supervivencia» del paro cardíaco.
Desde el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA) se quiere concienciar a la población sobre la importancia de saber qué hacer y cómo actuar ante un paro cardíaco, más si tenemos en cuenta que en más del 70% de ocasiones los paros cardiacos se producen en la vía pública, en la comunidad, y no dentro de espacios sanitarios. Y además, sabemos que actuar en el primer minuto incrementa un 80% las posibilidades de sobrevivir.
Los consejos desde CODITA son que cuando nos encontramos ante una persona que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria lo primero que hay que hacer es avisar a los servicios de emergencia, el 112. Mientras los servicios no llegan, si la persona no está consciente pero respira hay que ponerla en posición lateral para evitar la obstrucción de las vías respiratorias. Si no respira, hay que poner la persona boca arriba, mejor sobre una superficie dura. Debemos entonces, empezar a hacerle 30 compresiones torácicas (se deben hacer las 30 en menos de 18 segundos) y hay que seguir con esta secuencia de maniobra hasta que lleguen los servicios de emergencia.
Cambios con la Covid-19
Los ejercicios de reanimación en época de pandemia por la Covid-19 han cambiado, adaptándose a las medidas de prevención. De modo que ahora comprobaremos si la persona respira sólo visualmente sin aproximación a boca o nariz. Igualmente, no se harán ventilaciones boca a boca, en su lugar habrá que utilizar un desfibrilador automático (DEA) y seguir sus indicaciones. El uso del DEA puede hacer que no sea necesario realizar compresiones torácicas si el paciente se recupera inmediatamente, pero en caso de que no lo haga, se aconseja realizar únicamente compresiones torácicas, evitando siempre las ventilaciones boca a boca.
Desde CODITA también recuerdan que, en la medida de lo posible, se lleven guantes y nos protejamos la boca y nariz mientras atendemos a la persona que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria. Tras la resucitación, recomiendan lavarse las manos tan pronto como sea posible siguiendo las recomendaciones de las autoridades, con agua y jabón y / o soluciones hidroalcohólicas.